Niña deliciosamente mala
Lorena, siempre fue una niña muy avispada y curiosa, para todo en general, pero especialmente para el sexo, se masturbaba, desde los 7, pero sobretodo, tenía una obsesión por las vergas, aunque a su alcance , en su vida cotidiana, solo habían dos, la de su hermano ,mayor que ella por 3 años, y la de su padre, por lo que sus esfuerzos eran por sorprender a cualquiera de los dos, con la verga afuera, su fantasía, era tener una verga con la que poder jugar de todas formas, cosa que no podía hacer, por lo que tenía que conformarse con buscar , o crear la oportunidad para ver la verga de su progenitor, o la de su hermano.
Para lograr su objetivo, trataba de entrar al baño, cuando su padre estaba duchándose, o cuando lo veía entrar a orinar, ella entraba de improviso con el pretexto de no aguantar más las ganas de orinar, se bajaba el calzón, y se sentaba en el inodoro, mirando a la ducha , para ver la verga de su padre, cosa que a veces lograba, verla muy rápidamente, pero nunca con el detenimiento que ella quería, ya que por lo general su padre se volteaba contra la pared, y lo mismo hacia, cuando lo sorprendía orinando, por lo que lo único que ella podía ver era su culo, había realizado muchas cosas para lograr este objetivo, como estropear el seguro de la puerta del baño, con un destornillador, para asi poder entrar cuando alguien más estuviese dentro, pero a pesar de sus esfuerzos, nunca había logrado ver una verga a sus anchas.
Eduardo empezó a notar de que cada vez que necesitaba el baño, su hija aparecía con necesidades irreprimibles, y lo peor era que algunas veces lo sorprendía, pues desde que se había malogrado el seguro de la puerta del baño, esta se abría sin problema, y una vez su hija había estado a punto de sorprenderlo mientras estaba masturbándose, y lo interrumpió antes de poder llegar, tenía que traer un cerrajero, pero siempre se olvidaba.
Un día Lorena sintió que le ardía el ojetito, y recordando que su mamá le ponía crema, cuando estaba escaldada, se le ocurrió un plan, espero a que su mamá saliera con su hermano, como lo hacia todos los domingos en las tardes, a ver a su abuela, y pasaba allí varias horas regresando al anochecer, mientras que su padre se quedaba en casa tirado sobre la cama, viendo la televisión, en nada mas que unos holgados bóxers. Se echó en la cama con él, y esperando que estuviesen dando algún programa que no le interesara tanto, le pidió que le pusiera crema para la escaldadura, Eduardo miro a su hija un poco contrariado, el nunca había tenido que encargarse de sus hijos, eso lo hacia su mujer, pero ahora que ella no estaba en casa, tendría que hacerlo, le pidió a su hija que trajera la crema, lo que ella hizo, luego de darle la crema a su padre, Lorena se bajo el calzón, y se puso arrodillada frente a el, y apoyada en sus codos , mostrándole su culito redondito, Eduardo se acomodó agachándose un poco para ver de cerca el ojete de su hija, y notó que efectivamente estaba enrojecido , metió el dedo en el pote de crema, y aplicó un poco en el ojetito, y estaba a punto de dar por concluida su participación, cuando escucho que su hija le decía, que frotara con su dedo alrededor, lo que él empezó a hacer suavemente, su dedo se deslizaba alrededor del ojetito de Lorena, que con los ojos cerrados disfrutaba del delicioso masaje, entonces le dijo, más adentro papá, más adentro me arde, Eduardo un poco sorprendido, detuvo su dedo en el centro del ojetito, y ejerció una pequeña presión , pero si lograr meterlo, entonces Lorena dijo empuja un poco más fuerte, cosa que él hizo, hasta introducir la punta de sus dedo en ese ojetito, que empezaba a resultarle inquietante, asi que dejo su dedo dentro y empezó a girarlo, y escuchaba que Lorena decía, si, asi, asi, y luego le pidió que le echara mas crema, por lo que Eduardo retiro en el dedo del ojetito, escuchando un plop característico, cuando se destapa algo, se estaba sintiendo excitado y esa excitación se evidenciaba en su bóxer, que se había levantado, abriéndose un poco por la erección que estaba empezando a tener.
Sin pensarlo mucho, Eduardo metió el dedo en el pote de crema, y a continuación volvió a colocarlo en el ojete de Lorena,y empezó a sobarlo, pero escucho que esta le decía, adentro pónmela adentro, Eduardo, sintiendo que su excitación crecía, introdujo la primera falange de su dedo medio en el ojetito de Lorena, y empezó a girarlo. Ella que estaba a cuatro patas en frente de él apoyada en rodillas y manos, miro a través de sus piernas y se dio cuenta que podía ver el bóxer de su padre, y como la abertura se estaba separando le permitía ver no solo el vello púbico, sino la verga que empezaba a asomar por la abertura, era lo más cerca que había estado de una verga, y eso la emociono y excitó muchísimo, además de los masajes que le estaban dando en el culo, se sentía en la gloria.
Con una voz medio enronquecida Lorena pidió, más adentro por favor papi, y Eduardo cada vez mas excitado por la situación , viendo el culito redondito de su hija, empezó a meter y sacar el dedo, y sentía placer al hacerlo, y su verga crecía, dentro de su bóxer asomando ya la cabeza por la abertura del mismo, y entonces escucho que Lorena le decía, échame crema adelante que también estoy escaldada allí, y arqueo mas la cintura haciendo que su culito se elevara y presentando una mejor vista a Eduardo de su conchita, a Eduardo le pareció ver que de la conchita salían unas gotas de un liquido transparente, y se preguntó por un momento, ¿ella se está excitando también? , pero sin pensarlo mas saco el dedo del culito, y lo metió en el pote nuevamente, embadurnándolo nuevamente con la crema, y acercándolo a la conchita, empezó a frotar por los labios exteriores de esa abultada vagina, y haciendo un movimiento de abajo para arriba, esparció la crema, y al llegar a la parte de arriba sobó el clítoris , por lo que Lorena lanzo un gemidito y dio un respingo, Eduardo se detuvo , pero Lorena exclamó, alli papi, allí, el empezó a pasar su dedo suavemente por esa parte, pensando que la estaba masturbando, y que ella era quien se lo pedía, estaba tan excitado, que no pensó mas, siguió sobando esa conchita, y en una de las veces que bajaba el dedo hizo una pequeña presión e introdujo solo la punta, y entonces el gemido de Lorena se intensificó, y le dijo mételo mas adentro papi, y eso fue como que le dieran gusto a Eduardo, introdujo su dedo en esa conchita, y empezó movimientos de bombeo metiendo y sacando un poco el dedo, y a cada metida su dedo iba más adentro llegando a meterle hasta dos falanges de su dedo, se dio cuenta que había empezado a masturbarla, mientras su verga daba brincos dentro de su bóxer, que ya asomaba toda la cabeza, y casi la mitad del tronco, con la mano izquierda que le quedaba libre Eduardo se agarro la verga y bajando su prepucio descubrió la cabeza, el glande estaba brilloso, por algunas gotas que ya habían salido, pensando que Lorena no podía verlo empezó a menear su verga masturbándose, mientras no dejaba de meterle el dedo en la conchita a su hija, sin embargo Lorena podía ver perfectamente la verga de su padre, mientras el prepucio subía y bajaba, cubriendo y descubriendo la roja y brillante cabeza de la verga de su padre. Lorena no podía creerlo, nunca imagino que a raíz de su idea, de que su papá le echara crema en el culito, iba a lograr verle la verga y en movimiento, masturbándose, eso iba mas allá de sus propias fantasías, si tan solo él dejara que se la agarrara, y fuera ella quien lo masturbara, eso sería lo máximo, pero no tenía idea de cómo lograr eso.
Eduardo excitado seguía metiendo el dedo en la conchita de su hija, pero ahora llevado más por la arrechura, el hecho que ella estuviera gimiendo, lo ponía a 1000, ya tenía toda la verga y los huevos fuera del bóxer,y no podía dejar de pajearse con la otra mano, cuando en eso Lorena se movió para adelante, saliéndose el dedo de su conchita y girando su torso y una de sus piernas quedo frente a él mirándolo, fue tan rápido e inesperado el movimiento, que lo sorprendió, y asi, ahora Lorena lo estaba viendo, agarrándose la verga completamente al palo, pues el no pudo reaccionar a tiempo, para ocultarla a su vista, y ella con cara de inocente, le pregunto, ¿también estas escaldado? Y el mirándose la verga que aun sostenía en su mano balbuceo, si, si, también.
Lorena sin quitar la vista de la enorme verga extendida en su máxima longitud, y como nunca había siquiera soñado verla le dijo, papi no quieres que yo te frote la cremita, Eduardo de solo pensar que le fuera a tocar la verga, sintió que se le paraba mas, si eso fuera posible, y sin decir palabra, solo se recostó sobre la cama abriendo la piernas y enseñando su verga al máximo , Lorena se acerco y estirando la mano agarro la verga dura, y la apretó suavemente, sentía que todo su cuerpo temblaba, no podía creer que tenía esa verga en la mano, a su disposición, la estaba viendo de cerca, podía notar las venas que surcaban todo el grueso tronco, esas venas tan hinchadas, deslizo su mano hacia arriba, y el prepucio cubrió la brillante cabeza de la verga, y luego jalo hacia abajo, volviéndola a descubrir, repitió la operación varias veces , miro el rostro de su padre, y lo vio congestionado, con los ojos cerrados, y la boca entreabierta, por donde respiraba fuertemente, y sentía como él elevaba la cadera, cada vez que ella bajaba el prepucio siguiendo el ritmo , del movimiento de su mano, entonces escucho la voz enronquecida de su padre que decía, hazlo más rápido, mas rápido, ella empezó a mover su mano con mayor velocidad, y vio que su padre estiraba su mano hacia su conchita, y después de sobar el dedo un par de veces, lo hundió sin ningún miramiento dentro de su conchita, haciéndola dar un gemido fuerte, mas por la sorpresa que por otra cosa , pues el dedo seguía con crema, y su conchita también, por lo que se había deslizado suavemente.
Eduardo al sentir las manos de su hija apretando su verga, sintió que una descarga recorría su columna, se había echado abriendo las piernas, para facilitar el accionar de Lorena, sentía que lo estaba masturbando deliciosamente, y empezó a sentir el apremio de un orgasmo, y se escucho pidiéndole que lo hiciera más rápido, sentía que se iba a venir, y entonces pensó en esa conchita que tenía cerca, y estirando la mano empezó a sobarla, y al borde de la excitación que estaba sintiendo, metió su dedo profundamente y empezó a hacer un movimiento de meterlo y casi sacarlo, para volverlo a meter, como bombear, Lorena con las dos manos pajeaba a su padre con mayor rapidez, emocionada y excitada por tener esa verga en sus manos, y poderla tocar, y sentir el dedo de su padre entrando y saliendo de su vagina, sentía que le latian las sienes, cuando en eso su padre lanzo un bufido y un sonido ronco salió de su garganta, al mismo tiempo que de su verga brotaba un chorro de leche, que fue a parar al pecho de Lorena, y luego otro y otro más , manaba mucha leche de la verga, y ella se sorprendió ante el primer chorro, y soltó la verga, pero su padre le dijo sigue, sigue, asi que la volvió a tomar y siguió moviéndola de arriba para abajo, y viceversa, mientras se llenaban de ese liquido blanquecino, viscoso, y pegajoso, su pecho, sus manos, sus brazos, y entonces sintió que el cosquilleo que había estado sintiendo entre sus piernas, explotaba haciéndola estremecerse, en medio de un desconocido placer para ella, un orgasmo más intenso, que los que ella se propiciaba cuando se masturbaba, y cayó hacia adelante quedando entre las piernas de su padre, y con su verga frente a los ojos.
Los dos permanecieron unos minutos jadeando, se miraron, y su padre soltó una risotada, y ella también empezó a reír.Eduardo la levantó de entre sus piernas y le dio un beso, diciéndole, vamos a bañarnos, y cargándola la llevo al baño, donde se metieron ambos a la ducha, y entre risas se asearon nuevamente, aprovechando Lorena para seguir agarrando la verga de su padre, y jugando con ella pasársela por la cara, ya no eran necesarios los pretextos, ya compartían una complicidad, y se había creado una intimidad profunda, con una confianza mutua, sus relaciones habían dado un tremendo vuelco.
Si desean conocer mas historias de Lorena, háganmelo saber.
masterandlover
Para lograr su objetivo, trataba de entrar al baño, cuando su padre estaba duchándose, o cuando lo veía entrar a orinar, ella entraba de improviso con el pretexto de no aguantar más las ganas de orinar, se bajaba el calzón, y se sentaba en el inodoro, mirando a la ducha , para ver la verga de su padre, cosa que a veces lograba, verla muy rápidamente, pero nunca con el detenimiento que ella quería, ya que por lo general su padre se volteaba contra la pared, y lo mismo hacia, cuando lo sorprendía orinando, por lo que lo único que ella podía ver era su culo, había realizado muchas cosas para lograr este objetivo, como estropear el seguro de la puerta del baño, con un destornillador, para asi poder entrar cuando alguien más estuviese dentro, pero a pesar de sus esfuerzos, nunca había logrado ver una verga a sus anchas.
Eduardo empezó a notar de que cada vez que necesitaba el baño, su hija aparecía con necesidades irreprimibles, y lo peor era que algunas veces lo sorprendía, pues desde que se había malogrado el seguro de la puerta del baño, esta se abría sin problema, y una vez su hija había estado a punto de sorprenderlo mientras estaba masturbándose, y lo interrumpió antes de poder llegar, tenía que traer un cerrajero, pero siempre se olvidaba.
Un día Lorena sintió que le ardía el ojetito, y recordando que su mamá le ponía crema, cuando estaba escaldada, se le ocurrió un plan, espero a que su mamá saliera con su hermano, como lo hacia todos los domingos en las tardes, a ver a su abuela, y pasaba allí varias horas regresando al anochecer, mientras que su padre se quedaba en casa tirado sobre la cama, viendo la televisión, en nada mas que unos holgados bóxers. Se echó en la cama con él, y esperando que estuviesen dando algún programa que no le interesara tanto, le pidió que le pusiera crema para la escaldadura, Eduardo miro a su hija un poco contrariado, el nunca había tenido que encargarse de sus hijos, eso lo hacia su mujer, pero ahora que ella no estaba en casa, tendría que hacerlo, le pidió a su hija que trajera la crema, lo que ella hizo, luego de darle la crema a su padre, Lorena se bajo el calzón, y se puso arrodillada frente a el, y apoyada en sus codos , mostrándole su culito redondito, Eduardo se acomodó agachándose un poco para ver de cerca el ojete de su hija, y notó que efectivamente estaba enrojecido , metió el dedo en el pote de crema, y aplicó un poco en el ojetito, y estaba a punto de dar por concluida su participación, cuando escucho que su hija le decía, que frotara con su dedo alrededor, lo que él empezó a hacer suavemente, su dedo se deslizaba alrededor del ojetito de Lorena, que con los ojos cerrados disfrutaba del delicioso masaje, entonces le dijo, más adentro papá, más adentro me arde, Eduardo un poco sorprendido, detuvo su dedo en el centro del ojetito, y ejerció una pequeña presión , pero si lograr meterlo, entonces Lorena dijo empuja un poco más fuerte, cosa que él hizo, hasta introducir la punta de sus dedo en ese ojetito, que empezaba a resultarle inquietante, asi que dejo su dedo dentro y empezó a girarlo, y escuchaba que Lorena decía, si, asi, asi, y luego le pidió que le echara mas crema, por lo que Eduardo retiro en el dedo del ojetito, escuchando un plop característico, cuando se destapa algo, se estaba sintiendo excitado y esa excitación se evidenciaba en su bóxer, que se había levantado, abriéndose un poco por la erección que estaba empezando a tener.
Sin pensarlo mucho, Eduardo metió el dedo en el pote de crema, y a continuación volvió a colocarlo en el ojete de Lorena,y empezó a sobarlo, pero escucho que esta le decía, adentro pónmela adentro, Eduardo, sintiendo que su excitación crecía, introdujo la primera falange de su dedo medio en el ojetito de Lorena, y empezó a girarlo. Ella que estaba a cuatro patas en frente de él apoyada en rodillas y manos, miro a través de sus piernas y se dio cuenta que podía ver el bóxer de su padre, y como la abertura se estaba separando le permitía ver no solo el vello púbico, sino la verga que empezaba a asomar por la abertura, era lo más cerca que había estado de una verga, y eso la emociono y excitó muchísimo, además de los masajes que le estaban dando en el culo, se sentía en la gloria.
Con una voz medio enronquecida Lorena pidió, más adentro por favor papi, y Eduardo cada vez mas excitado por la situación , viendo el culito redondito de su hija, empezó a meter y sacar el dedo, y sentía placer al hacerlo, y su verga crecía, dentro de su bóxer asomando ya la cabeza por la abertura del mismo, y entonces escucho que Lorena le decía, échame crema adelante que también estoy escaldada allí, y arqueo mas la cintura haciendo que su culito se elevara y presentando una mejor vista a Eduardo de su conchita, a Eduardo le pareció ver que de la conchita salían unas gotas de un liquido transparente, y se preguntó por un momento, ¿ella se está excitando también? , pero sin pensarlo mas saco el dedo del culito, y lo metió en el pote nuevamente, embadurnándolo nuevamente con la crema, y acercándolo a la conchita, empezó a frotar por los labios exteriores de esa abultada vagina, y haciendo un movimiento de abajo para arriba, esparció la crema, y al llegar a la parte de arriba sobó el clítoris , por lo que Lorena lanzo un gemidito y dio un respingo, Eduardo se detuvo , pero Lorena exclamó, alli papi, allí, el empezó a pasar su dedo suavemente por esa parte, pensando que la estaba masturbando, y que ella era quien se lo pedía, estaba tan excitado, que no pensó mas, siguió sobando esa conchita, y en una de las veces que bajaba el dedo hizo una pequeña presión e introdujo solo la punta, y entonces el gemido de Lorena se intensificó, y le dijo mételo mas adentro papi, y eso fue como que le dieran gusto a Eduardo, introdujo su dedo en esa conchita, y empezó movimientos de bombeo metiendo y sacando un poco el dedo, y a cada metida su dedo iba más adentro llegando a meterle hasta dos falanges de su dedo, se dio cuenta que había empezado a masturbarla, mientras su verga daba brincos dentro de su bóxer, que ya asomaba toda la cabeza, y casi la mitad del tronco, con la mano izquierda que le quedaba libre Eduardo se agarro la verga y bajando su prepucio descubrió la cabeza, el glande estaba brilloso, por algunas gotas que ya habían salido, pensando que Lorena no podía verlo empezó a menear su verga masturbándose, mientras no dejaba de meterle el dedo en la conchita a su hija, sin embargo Lorena podía ver perfectamente la verga de su padre, mientras el prepucio subía y bajaba, cubriendo y descubriendo la roja y brillante cabeza de la verga de su padre. Lorena no podía creerlo, nunca imagino que a raíz de su idea, de que su papá le echara crema en el culito, iba a lograr verle la verga y en movimiento, masturbándose, eso iba mas allá de sus propias fantasías, si tan solo él dejara que se la agarrara, y fuera ella quien lo masturbara, eso sería lo máximo, pero no tenía idea de cómo lograr eso.
Eduardo excitado seguía metiendo el dedo en la conchita de su hija, pero ahora llevado más por la arrechura, el hecho que ella estuviera gimiendo, lo ponía a 1000, ya tenía toda la verga y los huevos fuera del bóxer,y no podía dejar de pajearse con la otra mano, cuando en eso Lorena se movió para adelante, saliéndose el dedo de su conchita y girando su torso y una de sus piernas quedo frente a él mirándolo, fue tan rápido e inesperado el movimiento, que lo sorprendió, y asi, ahora Lorena lo estaba viendo, agarrándose la verga completamente al palo, pues el no pudo reaccionar a tiempo, para ocultarla a su vista, y ella con cara de inocente, le pregunto, ¿también estas escaldado? Y el mirándose la verga que aun sostenía en su mano balbuceo, si, si, también.
Lorena sin quitar la vista de la enorme verga extendida en su máxima longitud, y como nunca había siquiera soñado verla le dijo, papi no quieres que yo te frote la cremita, Eduardo de solo pensar que le fuera a tocar la verga, sintió que se le paraba mas, si eso fuera posible, y sin decir palabra, solo se recostó sobre la cama abriendo la piernas y enseñando su verga al máximo , Lorena se acerco y estirando la mano agarro la verga dura, y la apretó suavemente, sentía que todo su cuerpo temblaba, no podía creer que tenía esa verga en la mano, a su disposición, la estaba viendo de cerca, podía notar las venas que surcaban todo el grueso tronco, esas venas tan hinchadas, deslizo su mano hacia arriba, y el prepucio cubrió la brillante cabeza de la verga, y luego jalo hacia abajo, volviéndola a descubrir, repitió la operación varias veces , miro el rostro de su padre, y lo vio congestionado, con los ojos cerrados, y la boca entreabierta, por donde respiraba fuertemente, y sentía como él elevaba la cadera, cada vez que ella bajaba el prepucio siguiendo el ritmo , del movimiento de su mano, entonces escucho la voz enronquecida de su padre que decía, hazlo más rápido, mas rápido, ella empezó a mover su mano con mayor velocidad, y vio que su padre estiraba su mano hacia su conchita, y después de sobar el dedo un par de veces, lo hundió sin ningún miramiento dentro de su conchita, haciéndola dar un gemido fuerte, mas por la sorpresa que por otra cosa , pues el dedo seguía con crema, y su conchita también, por lo que se había deslizado suavemente.
Eduardo al sentir las manos de su hija apretando su verga, sintió que una descarga recorría su columna, se había echado abriendo las piernas, para facilitar el accionar de Lorena, sentía que lo estaba masturbando deliciosamente, y empezó a sentir el apremio de un orgasmo, y se escucho pidiéndole que lo hiciera más rápido, sentía que se iba a venir, y entonces pensó en esa conchita que tenía cerca, y estirando la mano empezó a sobarla, y al borde de la excitación que estaba sintiendo, metió su dedo profundamente y empezó a hacer un movimiento de meterlo y casi sacarlo, para volverlo a meter, como bombear, Lorena con las dos manos pajeaba a su padre con mayor rapidez, emocionada y excitada por tener esa verga en sus manos, y poderla tocar, y sentir el dedo de su padre entrando y saliendo de su vagina, sentía que le latian las sienes, cuando en eso su padre lanzo un bufido y un sonido ronco salió de su garganta, al mismo tiempo que de su verga brotaba un chorro de leche, que fue a parar al pecho de Lorena, y luego otro y otro más , manaba mucha leche de la verga, y ella se sorprendió ante el primer chorro, y soltó la verga, pero su padre le dijo sigue, sigue, asi que la volvió a tomar y siguió moviéndola de arriba para abajo, y viceversa, mientras se llenaban de ese liquido blanquecino, viscoso, y pegajoso, su pecho, sus manos, sus brazos, y entonces sintió que el cosquilleo que había estado sintiendo entre sus piernas, explotaba haciéndola estremecerse, en medio de un desconocido placer para ella, un orgasmo más intenso, que los que ella se propiciaba cuando se masturbaba, y cayó hacia adelante quedando entre las piernas de su padre, y con su verga frente a los ojos.
Los dos permanecieron unos minutos jadeando, se miraron, y su padre soltó una risotada, y ella también empezó a reír.Eduardo la levantó de entre sus piernas y le dio un beso, diciéndole, vamos a bañarnos, y cargándola la llevo al baño, donde se metieron ambos a la ducha, y entre risas se asearon nuevamente, aprovechando Lorena para seguir agarrando la verga de su padre, y jugando con ella pasársela por la cara, ya no eran necesarios los pretextos, ya compartían una complicidad, y se había creado una intimidad profunda, con una confianza mutua, sus relaciones habían dado un tremendo vuelco.
Si desean conocer mas historias de Lorena, háganmelo saber.
masterandlover
5 年 前