¿Y ahora qué?

Seguimos con lo mismo? seguimos confiando en nuestros electos pero impunes, gobernantes? Que hoy no sea delito chuparle el clítoris gigantesco de una mujer guapa con poya.... no nos asegura que mañana o pasado, no lo sea. Podría ser que se extendiera una ola de oportunismo, ante la incertidumbre asociada a los poderosos políticos, por la que infinidad de indecisos/as, decepcionados/as o simplemente decididos/as ciudadanos (subditos, en el caso de España), que por arte de estar harto de estar harto, se lancen al mundo con un nuevo ahínco y una nueva perspectiva a comer y chupar sexos necesitados, generosos, abundantes... a follar y dejarse follar abundante y reiteradamente mientras el mundo se va a la mierda sin que salte la noticia. O bien hacerse el harakiri social y someterse al vaivén del capricho de gobernantes presuntamente democráticos que modulan, controlan y legislan todos nuestros asuntos para que todos (todos, todos y todos) seamos felices, eso sí, con nuestro previo permiso, o no. Teniendo en cuenta el grado de bandolerismo y corrupción que impera, lo del permiso es una pura broma. Resumiendo, ante la evidencia, seguir insistiendo cómo hasta la fecha es la receta para que te pillen con los pantalones bajados. Lejos de asaltar palacios de invierno o exterminar masas, lo único que nos quedaría por probar es el ostracismo. O mejor dicho, la ignorancia premeditada y alevosa de todo político, gobernante, periodista y juez que mienta, difunda mentiras, o sea más falso que un euro de madera. En cuanto nos enteremos de que alguien así, se presentará públicamente, asistiremos en masa, para que al pasar por delante nuestro, vea cómo les damos la espalda y miramos para otro sitio. Que vean que las noticias y la información falsa y tergiversada no es consumida por nuestras mentes.... Que sepan que jamás volveremos a votar por ellos, y que nunca más consentiremos en perdonar gracias al olvido. Como ésto nos dejara mucho tiempo libre, al conseguir librarnos de pensar en chuminadas, tonterías o simplemente disparates y necedades, podremos dedicar más tiempo, a pensar en cómo relacionarnos, siempre, por supuesto, que lo que pensemos sea tocar, chupar, acariciar... follar a tope y vivir como toca hasta que nuestros ínclitos y definitivamente bien ponderados politicastros y gobernantes de pacotilla, nos lleven al desastre irreversible o, como con la guerra de Ucrania se ha demostrado, nos sometan a sufrimientos evitables. Si insisten, lograran que vivamos en plena zozobra, con el miedo cotidiano de la promesa de una guerra a la vuelta de la esquina. Y vivir así... todo el mundo lo sabe, consigue hacer que te entren ganas de follar, muchas... muchas ganas de follar a tope... hasta que el mundo se acabe.