Sexo a distancia

Es tarde, y hoy no has aparecido para follarme.
Camino desnuda por la casa, acariciando mi collar de perra nerviosamente.
Estoy cachonda, demasiado caliente para pensar.
Jadeando, agarro mi mayor dildo, moldeado segun la forma de tu gigantesca polla. Voy a la cama.
Tu tanga de cuero rojo esta aun ahi, tirado, oliendo lujuriosamente a macho y a semen. Me lo pongo en la cara, lo huelo y lo saboreo extasiada.
Enciendo la camara del ordenador, ahi estas tu, trabajando en tu despacho. Tu mirada se muestra sorprendida un segundo y luego te relames mientras observas como me introduzco esa enorme replica de tu fenomenal polla en el culito.
Comienzo a follarme sin piedad, los jadeos y gimoteos inundan la habitacion. Loca de placer, miro a la pantalla.
Te has bajado los pantalones y te masturbas frenetico. Nuestros cuerpos se retuercen de placer a ambos lados de la camara. Durante unos minutos eternos, puedo oir como gruñes, jadeas y resoplas mientras masturbas tu gloriosa polla. Yo me pierdo en la brutal follada que me estoy regalando.
Un grito escapa de mi garganta y mi orgasmo hace temblar mi cuerpo como si fuera a partirse en pedazos. Aun temblorosa, oigo como disparas un bramido y tu espeso y delicioso semen cubre la pantalla.
Lo ultimo que ves es como mi lengua intenta inutilmente lamer esa deliciosa leche antes de desconectarte y correr hacia casa... Con la intencion de volver a partir brutalmente mi pequeño culito.