No corras

No corras, no esperes encontrar aquello que anhelas a las primeras de cambio, la precipitación únicamente lleva a la frustración.
Un Dominante al igual que una sumisa no aparecen de repente como un champiñón, es un sentimiento interior que va creciendo y que con el tiempo, la práctica y la dedicación se va desarrollando día a día.
Aprendemos a diario, tanto si llevamos un año como si llevamos diez.
Nunca olvides que somos hombres y mujeres normales, no idealices con cuerpos hercúleos o esbeltos; no somos dioses ni máquinas, cometemos errores y tenemos sentimientos.
La confianza mutua es la base de nuestro modo de vida, sin ella no hay seguridad, ni desarrollo, ni comunicación sincera, ni disfrute.
Una relación D/s no surge de un día para otro, requiere tiempo, no sólo es el proceso de la Doma, es necesario el conocimiento mutuo, descubrir miedos, deseos, inseguridades, necesidades, obligaciones, dudas, riesgos…
Ceder el control de tu ser a otra persona es un acto voluntario que requiere mucha meditación y es un gran compromiso físico y mental. Para un Dominante es el mayor de los regalos, pero implica a su vez una enorme responsabilidad.