Aceptar la vida sexual

Cuando tienes una hija a veces como madres nos percatamos cuando los adolescentes quieren y se enamoran de ellas. Ver como crecen y se desarrollan son momentos únicos en la vida. Ver como sus cuerpos que se transforman en señoritas, que son bonitas, que ya usan brasiere y sus periodos dan muestra de mujercitas apunto de iniciar actos sexuales y no precisamente hablando de un coito. Yo era una madre que prohibia todo y eso da lugar a la rebeldía. Mi hija desde los 12 años tenia tanguitas escondidas, le encontraba dibujos de penes en sus cuadernos. Sus pompitas se veian muy redonditas muy bonitas diría yo. A sus 14 llegaba tomada y despeinada con chupetotes en su cuello despues de ir a fiestas, yo sabía que ya se besaba en los autos y que le acariciaban su cuerpo asi como ella ya sabía lo que era tocar un pene excitado de algun muchachito. Es algo que las mamás sabemos y no lo podemos evitar. Todas las mamás tambien nos emocionabamos en conocer un pene excitado, tenemos que aceptarlo, aceptar que nuestras hijas son humanos y que se van a excitar tarde o temprano. Sabía que mi hija ya tenia actos sexuales, sus amigos y novios siempre la buscaban, muchos de ellos muy guapos y de familias acomodadas. En el fondo me gustaba que mi hija fuera muy bonita y llamara la atencion de sus amigos. A sus quince se le desarrollaron unas pompitas muy bonitas, yo sabía que ya tenia actos sexuales con coito aunque me lo confezó después. Cuando ven peliculas con sus novios, en fiestas, cuando las mamás nos vamos de viaje o trabajamos, sabemos que nuestras hijas podrían estas sintiendo una penetracion hermosa en nuestra propia casa, no debemos alarmarnos, debemos sentirnos felices de que nuestras hijas vivan su sexualidad al máximo, en lo posible con condón pero es inevitable que experimenten sin condon, tal cual nosotras las mamás en nuestra adolescencia aunque habia menos información que hoy en día, pero tambien lo hicimos sin condón con varios muchachitos antes de casarnos y tambien queríamos probar distintos penes inclusive de hombres mayores. Disfrutar una penetración y olvidarnos de la vida cotidiana por un momento es algo que las mamás hacemos con toda la intención de disfrutar, ¿porque impedirle eso a nuestras hijas?, son mujeres igual que nosotras y aún casadas y con hijos sabemos que siempre desearemos otros penes además de nuestro esposo, aunque éste sea viril, responsable y amoroso, la necesidad de hacer sentir y sentirnos deseadas por otros penes, estará latente. La que diga que no, miente.