Una noche perra
UNA NOCHE PERRA
En la pequeña ciudad donde vivo todo el mundo se conoce, soy la “simpática negrita”. Casada como estoy intento no llamar mucho la atención, lo que no quita que muchos hombres babeen cuando me miran. A mi marido le excita que los hombres me miren y cuando viajamos le gusta que me vista sexi y lucirme, luego me folla como un salvaje llamándome putón y otras cosas que a mi me encantan. Otra cosa es que ni siquiera se plantee el compartirme o que me acostara con otros. En general le soy fiel, sí me gusta el morbo en alguna página web y muy de vez en cuando darme gusto al cuerpo.
Un fin de semana que mi marido lo pasaba fuera por cuestiones de trabajo decidí salir por ahí a divertirme un poco. Cogí un autobús a uno de los pueblos turísticos de la costa que están cerca. En los aseos de la estación de autobuses me cambié de ropa y guardé la que llevaba puesta en una taquilla. Me puse un vestido muy corto plateado, un chaquetón corto, un corsé turquesa, medias con liguero tanga y zapatos de tacón del mismo color. Cojí un taxi que me llevó a una zona de discotecas y locales muy frecuentada por extranjeros. Entré en un local que conocía de oidas y efectivamente casi todos las personas que había eran extranjeras y de cierta edad. Me senté en una mesa y pedí un martini, casi todos los hombres me miraban y enseguida empezaron algunos a acercarse, los iba despachando o porque no me gustaban o por las tonterías que me decían.
Después de media hora dos hombres se acercaron y se sentaron directamente a mi mesa uno a cada lado sin decir nada. Parecían franceses, de unos 40 años, pelo al ****, altos, atléticos y bastante guapos, al fin uno habló:
-Hola negra, se acabó el aburrimiento para todos, a partir de ahora eres nuestra y a callar -los dos comenzaron a sobarme los muslos por debajo de la mesa- estás muy buena y sola y así vestida está claro lo que buscas o eres puta o una guarra, me inclino por lo segundo pero por si eres puta aquí tienes 100 euros, más no vales, estás aquí para darnos placer y te advierto que somos muy exigentes.
Intenté hablar pero me apretó el muslo con la mano y puso la mía en su pantalón abultado.
-Te callas puta, hablas cuando te lo ordenemos, te hemos pagado y nos importa una mierda lo que tengas que decirnos ¿está claro?
Asentí con la cabeza, la situación me estaba excitando mucho.
-Una puta negra envuelta en papel de regalo, vámonos que ya estamos perdiendo tiempo y dinero.
Me cogió por la muñeca y me levantó bruscamente llevándome hacia la salida, el otro me dio una palmada en el culo comentando lo duro que lo tenía y el que tiraba de mí le contestó que ya me lo ablandarían.
Salimos a la calle y me metieron en la parte de atrás de un coche, uno se móntó atrás conmigo y el otro al volante.En cuanto arrancó el que se había montado conmigo comenzó a sobarme y tocarme todo el cuerpo.
-Armand no veas como está de buena la negra, tiene las carnes bien duras menos las tetas pero los pezones ya los tiene duros. Espera aquí abajo tiene algo muy carnoso y mojado, uffff está empapada la zorra y todavía no hemos empezado. Me parece que lo vamos a pasar muy bien. Y a tí ni se te ocurra abrir la boca si no es para chupar lo que se te diga o se te ponga por delante, ok?
Asentí con la cabeza mientras él se desabrochó el pantalón y sacó una polla ya erecta, comenzé a acariciarla mientras me inclinaba y comencé a pasar la lengua por ella. Me encanta lamer y mamar pollas y esa me parecía estupenda, cada vez se iba poniendo más gruesa y dura. El me masajeaba las tetas y pellizcaba mis pezones y yo cada vez estaba más excitada. El coche se paró.
-Joder Paul, así no se puede conducir voy para atrás hazme un sitio.
Armand que así se llamaba el que conducía se pasó atrás y me encontré entre los dos, se desabrochó también el pantalón y me encontré con dos hermosas pollas a mi disposición o mejor dicho a disposición de ellas. Me puse a lamer las dos metiéndomelas de vez en cuando en la boca mientras que ellos no paraban de sobarme y darme palmadas por todo el cuerpo, uno me cogió de los pelos y alternativamente hacía que me tragara una o la otra hasta que los dos se corrieron en mi boca.
-Bueno negra te dejamos descansar un poco – dijo uno mientras los dos se pasaban a la parte delantera del coche dejándome y arrancaban el coche – y ni se te ocurra manchar la tapicería ¿vale cerda? Te lo tragas todo.
Yo estaba excitadísima, con algo de miedo pero deseosa de continuar este juego, todavía no había dicho nada. El coche aminoró la marcha y ví que entraba en una urbanización hasta que paró delante de una verja que se abrió parando por fin delante de un chalet.
-Sal del coche y entra negra, las normas son las mismas calla y obedece - al bajar del coche me dió un fuerte azote en el culo y me hizo entrar en la casa, había un salón bastante grande y me empujó hasta dejarme en medio. Ellos se dirigieron a una barra que separaba la cocina del salón encendieron un equipo de música y se pusieron unas bebidas sentándose en un sofá frente a mí.
-Bueno puta ahora meneate y baila un poquito y ve quitándote ropa hasta que te quedes con la interior, no hay prisa puta recuerda tus tiempos de striper,
Me puse a andar despacio contoneándome y siguiendo la música que tenían puesta, estaba superexcitada, me quité lentamente el chaquetón y el vestido quedándome con el corsé, las medias, el tanga y los zapatos. Cuando me acercaba un poco a ellos me daban un azote en el culo diciéndome guarradas, ellos se habían ido quitando la ropa hasta quedarse desnudos.
Tenian una caja al lado suya, vi como sacaban una correa de perro y un plug con una cola.
-Venga perra ponte a cuatro patas como lo que eres – uno me puso la correa y el otro me arrancó el tanga e insertó en el culo el plug no sin antes mojarlo en mi empapado coño.
-Ven aquí y déjanos bien limpitos con tu lengua, como la perra que eres – manejando la correa y tirando de mí me iban obligando a lamerles la parte del cuerpo que fuera – muy bien perra se nota que sabes hacerlo – ponían las dos pollas juntas para que las lamiera y mamara a la vez, se abrían de piernas y las levantaban obligándome a lamerles el culo, también los pies, no paraba de chupar, mamar y recibir azotes.
Uno se levantó, cogió un plato de esos de comer los perros y lo colocó en el suelo, de un tirón me pusieron de espaldas a ellos y delante del plato – comienza a lamer el plato perra ahora está vacío pero ya lo llenaremos de algo – mientras a cuatro patas lamía el plato comenzaron a azotarme el culo con una fusta, no muy fuerte golpes secos, uno de ellos se puso enfrente mía se agachó y empezó a echar saliva en mi cara de manera que escurriera en el plato – ya tienes comida perra lame – me agarró la cabeza y me la frotó contra el plato al mismo tiempo que quitaba los tirantes del corsé dejandome las tetas al aire y poniéndose a sobármelas y tirar de mis pezones, noté también como la fusta comenzaba a rozarme el coño cesando los azotes – que guarra eres estás mojando la fusta.
El que estaba delante colocó la polla a la altura de mi boca y noté como el otro se situaba detrás mía, en un momento noté como su polla se movía rozándome el coño y finalmente me penetró con fuerza, al instante me tragué la del otro y el de detrás comenzó a follarme como un salvaje mientras me agarraba el pelo para acompasar mi mamada al otro. Sentía un placer enorme por lo excitada que había estado sin poder hacer nada, la follada era tremenda, gemía aunque no podía chillar por tener la boca llena, me corrí a chorros y se cambiaron de sitio. No puedo decir quién era uno u otro porque las dos pollas y sus maneras me estaban volviendo loca. Me gritaban, insultaban y daban azotes mientras sus pollas se turnaban para taladrarme. No se cuanto tiempo estuvieron pero me corrí dos veces más. El de delante me sacó la polla de la boca y soltó un enorme chorro de semen en mi cara, el de detrás dejó de follarme y poniéndose delante hizo lo mismo que el otro. Me desplomé en el suelo rota de placer gimiendo como ellos me decían, como una perra.
- Bueno perra ya tienes el plato lleno procura que nada se caiga al suelo – me dijo Paul mientras me acariciaba la cabeza y la espalda como se hace con un perro – buena perra sí, muy buena – Armand mientras había dejado delante mía otro plato con agua y unas galletas – come perrita estás siendo buena y aquí tienes tu premio – también me acarició la cabeza.
Pasado un rato tiraron de la cadena, me levantaron del suelo y me quitaron el corsé, ya solo llevaba las medias y los zapatos. Me llevaron hacia el respaldo de sofá e hicieron que me inclinara dejando mis tetas colgando sobre el respaldo de pie y atándome los brazos a ña espalda.
-Ahora abre las patas y si te mueves o caes cobras ¿entiendes perra? - me dieron un fuerte fustazo en el culo y me quitaron el plug que me metieron en la boca. Estuvieron un rato pegándome palmdas y fustazos hasta que noté como una polla entraba en mi culo y comenzaba a bombear y follarmélo, así estuvieron los dos turnándose hasta que las piernas me empezaron a flaquear, recibí otra ración de fustazos y colocaron un taburete donde me pusieron las rodillas comenzando de nuevo a follarme el culo uno tras otro. Yo seguía con el plumero en la boca que no me atrevía a escupir imaginando la que me iba a caer encima. Me escocía el culo y nunca lo había tenido tan abierto, me lo estaban reventando los muy cabrones.
No sé cuanto tiempo estuvieron así ya no era consciente de nada, pararon, me quitaron el plug de la boca y desataron los brazos. Uno se sentó en sofá y hizo que me sentara encima suya de espaldas a él me ensartó el culo en su polla y me sujetó las piernas en alta ofreciendo mi coño a su compañero que rápidamente me metió la polla. Estaban como locos, no paraban de follarme a veces los dos metían la polla a la vez en mi coño, lo intentaron en el culo y cambiaban de postura dándome cachetes y tirando de mis pezones, ahora yo sí gritaba aunque me costara un bofetón cada grito y ellos cada vez más salvajes-
- Venga perra sube las piernas, so puta que bien follas, te vamos a reventar el coño.
Me follaron a duo en todas las posturas posibles, yo me corrí varias veces y ellos cojian mis jugos con la mano y me lo untaban en la cara. Primero fué Paul el que salió de mi y mientras Arnaud me seguía follando me abrió la boca apretando con su mano metió su polla en ella y me echó un gran chorro de leche gritando como un cerdo, me tapó la nariz para que mantuviera la boca abierta y Arnaud me soltó e hizo lo mismo dejándome otro buen chorro de semen. Caí al suelo derrumbada y rota de placer, ellos estaban más o menos igual.
Me dejaron un rato allí tirada y volvieron duchados y vestidos.
- Bueno guarra creo que lo has pasado muy bien, no te hemos hecho nada que tu no quisieras, se nota lo perra y putona que eres. Nunca habíamos estado con una cerda tan guapa y tan caliente como tú. Dúchate y vístete, te dejamos donde quieras y cuando te apetezca ven a por más.
En la pequeña ciudad donde vivo todo el mundo se conoce, soy la “simpática negrita”. Casada como estoy intento no llamar mucho la atención, lo que no quita que muchos hombres babeen cuando me miran. A mi marido le excita que los hombres me miren y cuando viajamos le gusta que me vista sexi y lucirme, luego me folla como un salvaje llamándome putón y otras cosas que a mi me encantan. Otra cosa es que ni siquiera se plantee el compartirme o que me acostara con otros. En general le soy fiel, sí me gusta el morbo en alguna página web y muy de vez en cuando darme gusto al cuerpo.
Un fin de semana que mi marido lo pasaba fuera por cuestiones de trabajo decidí salir por ahí a divertirme un poco. Cogí un autobús a uno de los pueblos turísticos de la costa que están cerca. En los aseos de la estación de autobuses me cambié de ropa y guardé la que llevaba puesta en una taquilla. Me puse un vestido muy corto plateado, un chaquetón corto, un corsé turquesa, medias con liguero tanga y zapatos de tacón del mismo color. Cojí un taxi que me llevó a una zona de discotecas y locales muy frecuentada por extranjeros. Entré en un local que conocía de oidas y efectivamente casi todos las personas que había eran extranjeras y de cierta edad. Me senté en una mesa y pedí un martini, casi todos los hombres me miraban y enseguida empezaron algunos a acercarse, los iba despachando o porque no me gustaban o por las tonterías que me decían.
Después de media hora dos hombres se acercaron y se sentaron directamente a mi mesa uno a cada lado sin decir nada. Parecían franceses, de unos 40 años, pelo al ****, altos, atléticos y bastante guapos, al fin uno habló:
-Hola negra, se acabó el aburrimiento para todos, a partir de ahora eres nuestra y a callar -los dos comenzaron a sobarme los muslos por debajo de la mesa- estás muy buena y sola y así vestida está claro lo que buscas o eres puta o una guarra, me inclino por lo segundo pero por si eres puta aquí tienes 100 euros, más no vales, estás aquí para darnos placer y te advierto que somos muy exigentes.
Intenté hablar pero me apretó el muslo con la mano y puso la mía en su pantalón abultado.
-Te callas puta, hablas cuando te lo ordenemos, te hemos pagado y nos importa una mierda lo que tengas que decirnos ¿está claro?
Asentí con la cabeza, la situación me estaba excitando mucho.
-Una puta negra envuelta en papel de regalo, vámonos que ya estamos perdiendo tiempo y dinero.
Me cogió por la muñeca y me levantó bruscamente llevándome hacia la salida, el otro me dio una palmada en el culo comentando lo duro que lo tenía y el que tiraba de mí le contestó que ya me lo ablandarían.
Salimos a la calle y me metieron en la parte de atrás de un coche, uno se móntó atrás conmigo y el otro al volante.En cuanto arrancó el que se había montado conmigo comenzó a sobarme y tocarme todo el cuerpo.
-Armand no veas como está de buena la negra, tiene las carnes bien duras menos las tetas pero los pezones ya los tiene duros. Espera aquí abajo tiene algo muy carnoso y mojado, uffff está empapada la zorra y todavía no hemos empezado. Me parece que lo vamos a pasar muy bien. Y a tí ni se te ocurra abrir la boca si no es para chupar lo que se te diga o se te ponga por delante, ok?
Asentí con la cabeza mientras él se desabrochó el pantalón y sacó una polla ya erecta, comenzé a acariciarla mientras me inclinaba y comencé a pasar la lengua por ella. Me encanta lamer y mamar pollas y esa me parecía estupenda, cada vez se iba poniendo más gruesa y dura. El me masajeaba las tetas y pellizcaba mis pezones y yo cada vez estaba más excitada. El coche se paró.
-Joder Paul, así no se puede conducir voy para atrás hazme un sitio.
Armand que así se llamaba el que conducía se pasó atrás y me encontré entre los dos, se desabrochó también el pantalón y me encontré con dos hermosas pollas a mi disposición o mejor dicho a disposición de ellas. Me puse a lamer las dos metiéndomelas de vez en cuando en la boca mientras que ellos no paraban de sobarme y darme palmadas por todo el cuerpo, uno me cogió de los pelos y alternativamente hacía que me tragara una o la otra hasta que los dos se corrieron en mi boca.
-Bueno negra te dejamos descansar un poco – dijo uno mientras los dos se pasaban a la parte delantera del coche dejándome y arrancaban el coche – y ni se te ocurra manchar la tapicería ¿vale cerda? Te lo tragas todo.
Yo estaba excitadísima, con algo de miedo pero deseosa de continuar este juego, todavía no había dicho nada. El coche aminoró la marcha y ví que entraba en una urbanización hasta que paró delante de una verja que se abrió parando por fin delante de un chalet.
-Sal del coche y entra negra, las normas son las mismas calla y obedece - al bajar del coche me dió un fuerte azote en el culo y me hizo entrar en la casa, había un salón bastante grande y me empujó hasta dejarme en medio. Ellos se dirigieron a una barra que separaba la cocina del salón encendieron un equipo de música y se pusieron unas bebidas sentándose en un sofá frente a mí.
-Bueno puta ahora meneate y baila un poquito y ve quitándote ropa hasta que te quedes con la interior, no hay prisa puta recuerda tus tiempos de striper,
Me puse a andar despacio contoneándome y siguiendo la música que tenían puesta, estaba superexcitada, me quité lentamente el chaquetón y el vestido quedándome con el corsé, las medias, el tanga y los zapatos. Cuando me acercaba un poco a ellos me daban un azote en el culo diciéndome guarradas, ellos se habían ido quitando la ropa hasta quedarse desnudos.
Tenian una caja al lado suya, vi como sacaban una correa de perro y un plug con una cola.
-Venga perra ponte a cuatro patas como lo que eres – uno me puso la correa y el otro me arrancó el tanga e insertó en el culo el plug no sin antes mojarlo en mi empapado coño.
-Ven aquí y déjanos bien limpitos con tu lengua, como la perra que eres – manejando la correa y tirando de mí me iban obligando a lamerles la parte del cuerpo que fuera – muy bien perra se nota que sabes hacerlo – ponían las dos pollas juntas para que las lamiera y mamara a la vez, se abrían de piernas y las levantaban obligándome a lamerles el culo, también los pies, no paraba de chupar, mamar y recibir azotes.
Uno se levantó, cogió un plato de esos de comer los perros y lo colocó en el suelo, de un tirón me pusieron de espaldas a ellos y delante del plato – comienza a lamer el plato perra ahora está vacío pero ya lo llenaremos de algo – mientras a cuatro patas lamía el plato comenzaron a azotarme el culo con una fusta, no muy fuerte golpes secos, uno de ellos se puso enfrente mía se agachó y empezó a echar saliva en mi cara de manera que escurriera en el plato – ya tienes comida perra lame – me agarró la cabeza y me la frotó contra el plato al mismo tiempo que quitaba los tirantes del corsé dejandome las tetas al aire y poniéndose a sobármelas y tirar de mis pezones, noté también como la fusta comenzaba a rozarme el coño cesando los azotes – que guarra eres estás mojando la fusta.
El que estaba delante colocó la polla a la altura de mi boca y noté como el otro se situaba detrás mía, en un momento noté como su polla se movía rozándome el coño y finalmente me penetró con fuerza, al instante me tragué la del otro y el de detrás comenzó a follarme como un salvaje mientras me agarraba el pelo para acompasar mi mamada al otro. Sentía un placer enorme por lo excitada que había estado sin poder hacer nada, la follada era tremenda, gemía aunque no podía chillar por tener la boca llena, me corrí a chorros y se cambiaron de sitio. No puedo decir quién era uno u otro porque las dos pollas y sus maneras me estaban volviendo loca. Me gritaban, insultaban y daban azotes mientras sus pollas se turnaban para taladrarme. No se cuanto tiempo estuvieron pero me corrí dos veces más. El de delante me sacó la polla de la boca y soltó un enorme chorro de semen en mi cara, el de detrás dejó de follarme y poniéndose delante hizo lo mismo que el otro. Me desplomé en el suelo rota de placer gimiendo como ellos me decían, como una perra.
- Bueno perra ya tienes el plato lleno procura que nada se caiga al suelo – me dijo Paul mientras me acariciaba la cabeza y la espalda como se hace con un perro – buena perra sí, muy buena – Armand mientras había dejado delante mía otro plato con agua y unas galletas – come perrita estás siendo buena y aquí tienes tu premio – también me acarició la cabeza.
Pasado un rato tiraron de la cadena, me levantaron del suelo y me quitaron el corsé, ya solo llevaba las medias y los zapatos. Me llevaron hacia el respaldo de sofá e hicieron que me inclinara dejando mis tetas colgando sobre el respaldo de pie y atándome los brazos a ña espalda.
-Ahora abre las patas y si te mueves o caes cobras ¿entiendes perra? - me dieron un fuerte fustazo en el culo y me quitaron el plug que me metieron en la boca. Estuvieron un rato pegándome palmdas y fustazos hasta que noté como una polla entraba en mi culo y comenzaba a bombear y follarmélo, así estuvieron los dos turnándose hasta que las piernas me empezaron a flaquear, recibí otra ración de fustazos y colocaron un taburete donde me pusieron las rodillas comenzando de nuevo a follarme el culo uno tras otro. Yo seguía con el plumero en la boca que no me atrevía a escupir imaginando la que me iba a caer encima. Me escocía el culo y nunca lo había tenido tan abierto, me lo estaban reventando los muy cabrones.
No sé cuanto tiempo estuvieron así ya no era consciente de nada, pararon, me quitaron el plug de la boca y desataron los brazos. Uno se sentó en sofá y hizo que me sentara encima suya de espaldas a él me ensartó el culo en su polla y me sujetó las piernas en alta ofreciendo mi coño a su compañero que rápidamente me metió la polla. Estaban como locos, no paraban de follarme a veces los dos metían la polla a la vez en mi coño, lo intentaron en el culo y cambiaban de postura dándome cachetes y tirando de mis pezones, ahora yo sí gritaba aunque me costara un bofetón cada grito y ellos cada vez más salvajes-
- Venga perra sube las piernas, so puta que bien follas, te vamos a reventar el coño.
Me follaron a duo en todas las posturas posibles, yo me corrí varias veces y ellos cojian mis jugos con la mano y me lo untaban en la cara. Primero fué Paul el que salió de mi y mientras Arnaud me seguía follando me abrió la boca apretando con su mano metió su polla en ella y me echó un gran chorro de leche gritando como un cerdo, me tapó la nariz para que mantuviera la boca abierta y Arnaud me soltó e hizo lo mismo dejándome otro buen chorro de semen. Caí al suelo derrumbada y rota de placer, ellos estaban más o menos igual.
Me dejaron un rato allí tirada y volvieron duchados y vestidos.
- Bueno guarra creo que lo has pasado muy bien, no te hemos hecho nada que tu no quisieras, se nota lo perra y putona que eres. Nunca habíamos estado con una cerda tan guapa y tan caliente como tú. Dúchate y vístete, te dejamos donde quieras y cuando te apetezca ven a por más.
6 年 前