Como ya he dicho en relatos anteriores, mi fetiche son las mujeres viejas, siempre lo han sido. A mis 23 años, estudiando y contando con un trabajo que me permitía hacer ciertas cosas, conocí a la primera prostituta con la que tuve sexo. Se hacía llamar Claudia. Fue un día Viernes que la llamé para preguntar por sus servicios. Los avisos en el diario sólo daban cuenta de mujeres de entre 18 y 29 años; yo quería una más vieja. Por eso cuando leí "Madurita de 46 años. 20 mil pesos la hora. Servicio básico", la verga se me paró inmediatamente. Esto fue en el año 1995 más o menos. Los celulares er… 阅读更多内容
Sofía Marambio
Era 1984. Tenía 13 años y me hacía la paja a diario, como dije en otra publicación, oliendo calzones y sostenes que me robaba. Estaba esta profesora, en la biblioteca del colegio donde iba: la Señora Sofía Marambio. Mujer del Inspector General del colegio y bibliotecaria del lugar. 1,70 de estatura, tetas grandes, muy bonita de cara, pelo corto, labios carnosos, nariz respingada y una mirada naturalmente coqueta. Su cuerpo mostraba que en su juventud había hecho deporte. Sus hombros eran anchos y sus piernas bien contorneadas para una "vieja" de 40 y tantos. A mis 13, deseaba que me escupiera,… 阅读更多内容
(Fantasía) La tía de mi amigo
Siempre me han gustado las mujeres mucho mayores que yo. Cuando tenía 12 años me masturbaba oliendo los calzones y sostenes sucios de una prima de 30. Era profesora rural. Salía de su casa a las 06:30 de la mañana y regresaba cerca de las 20:00. Imagínense cómo olían esas prendas después de todo un día de trabajo. Al ir creciendo, le robaba ropa íntima a las madres o tías de mis amigos o amigas. Llegué a juntar más de 50, pero tuve que botarlas porque ya estaban tiesas con mis pajas. Angie era la tía de un amigo. Una vieja gorda, culona y de tetas grandes. No era especialmente agraciada de car… 阅读更多内容